Últimamente estamos viendo mucho contagio rápido en esto del acoso escolar o bullying, ya que los acosadores veteranos necesitan un buen número de seguidores y fans que avalen su “buen hacer”. No es algo que haya surgido los últimos años, la historia siempre ha sido así, pero sabes ¿cómo actuar frente a un abusón?, en este artículo te dejamos algunos tips.
Sobre los abusones
Antes los acosadores solían salir impunes y las víctimas no sabían que eso que les hacían era una agresión a la que se puede poner fin con el apoyo de los adultos (profesores y padres), de sus compañeros y de la sociedad en general. Pero, ¿qué le pasa por la cabeza a un niño, a un chico, para arremangarse y dañar sin remedio? ¿Por qué encuentra satisfacción en herir a un compañero sin pestañear ni mostrar un ápice de remordimiento, si no más bien volver a planear la siguiente embestida?.
Según el último informe de la UNESCO, la violencia y el acoso escolar son un problema mundial en el que algunos países han hecho progresos significativos para reducir o contener el sus consecuencias.
Conducta: el modelo más importante de aprendizaje
Las personas nos movemos por motivos y para satisfacer necesidades (algunas veces muy básicas y otras aprendidas, más sofisticadas). El modelo más importante de aprendizaje en lo que se refiere a la conducta y a los valores lo tenemos en la familia. De ahí mamamos cómo debemos interaccionar y abordar las relaciones con los demás, el respeto y la empatía, así como el autocontrol emocional y la tolerancia a las frustraciones. La escuela es el primer lugar de interacción con otros como nosotros donde podemos poner en práctica todo eso y donde debe ser complementado y reforzado por el buen hacer de los profesores.
Cuando existe una carencia importante de este aprendizaje en familia y, además, se fomenta más bien lo contrario, tenemos a la vista dos posibles modelos:
- En el que se transmiten reacciones impulsivas continuas guiadas por el malestar del momento de los padres y manifestadas de forma brusca y agresiva sin respeto alguno; la afectividad no expresada acaba frustrando y generando abundante ira y sentimiento profundo de minusvalía en los hijos.
- Por el contrario, ser muy condescendiente con todo lo que hace el hijo, permitiendo que de rienda suelta a todos sus deseos, disculpándole de responsabilidades y desentendiéndose en el fondo de su persona.
Con este panorama, es fácil que el niño o la niña llegue a la escuela con la necesidad de satisfacer de forma errónea su “ego” y buscarse un “puesto” de importancia en el centro que le genere la atención continua que le falta en su entorno o a la que está acostumbrado y que le sustituye el cariño y afecto sano.
Abusones: búsqueda de la víctima débil que les produce envidia o rechazo
Arrasan sin piedad a los que encuentran a su alrededor y buscan la víctima débil que les produce envidia, recelo o rechazo, machacándola de forma continuada. De esta manera, sienten que mantienen su trono de cristal delante de sus seguidores y sobre su autoestima, pues no quieren perder de ninguna manera esa categoría.
Los abusones necesitan también ayuda (no sólo las víctimas), pues tendrían que pasar también por una terapia en la que se les enseñara un modelo que incluye el arrepentimiento por el daño causado, la empatía, el autocontrol emocional y la responsabilidad con uno mismo y con los demás; es decir, la buena autoestima.
Pero no quedarán impunes. Es necesario también que tengan unas consecuencias, seguidas de un cambio de conducta que tienen que interiorizar paulatinamente. Es la única manera de que tengan un buen desarrollo de su personalidad y aprendan a convivir, por eso es muy imporante saber ¿cómo actuar frente a un abusón?.